sábado, 28 de agosto de 2010



Dos Marcheneros, en un tren, por Eurasia... ese es el plan.

Una vez, me contaron una anécdota:

Dos amigos atravesaban Mongolia en el transiberiano. Durante una pequeña parada en medio de la estepa, uno de los muchachos salió a estitar las piernas y recibió la visita inesperada de un policía Mongol, al que logró medio entender chapurreando algo de ruso entre los dos. Le pidió la documentación y en esto que se lo llevó a la pequeña garita donde le registraron el equipaje y le encontraron sustancias extrañas. Es por esto que también prendieron al otro compañero que estaba en el tren y les estuvieron increpando, dándoles a entender si querían pasar la noche en la carcel con los Chinos o con los Turcos. En esto que el tren lentamente fue abandonando la estación. Los chavales con un tembleque desde los pies hasta el último pelo, pusieron en lo alto de la mesa la suficiente suma de dinero para terminar con el asunto. Los policías cerraron el garito y se marcharon, y los dos chavales tuvieron que permanecer alli tirados, en medio de la estepa Mongola, esperando el siguiente tren. Estuvieron dos días esperando. Finalmente regresaron sanos y a salvo. Pero lo mejor de todo es que al año siguiente... repitieron!!

De esto hace como 7 años, y tras escuchar esta historia, de inmediato me prometí con Ismael hacer el viaje. Después el tiempo pasa, el proyecto quedó en el aire (son cosas que se dicen...), pero por carambolas de la vida, resurgió la idea y de un dia para otro (literalmente) sacamos los billetes.

Ahora estamos aqui a punto de cumplir un sueño del que espero no escapemos demasiado mal. Tenemos por delante más de 8.000 kms de viaje improvisado, y poco margen de error.

Así que a lo largo de la ruta que no voy a desvelar ahora, intentaré publicar periódicamente nuestras experiencias en la medida del grado de accesibilidad internauta que encontremos por el camino.

Para empezar, dentro de unas horas, cogeremos un autobús hasta Madrid y desde allí un vuelo a Pekín con escala en Budapest. El desfase horario sera de 6 horas más.

Espero que la suerte esté de nuestro lado en esta gran aventura.

GRANDES IMPRESIONES

En estos dias, me ha sido imposible usar internet a causa de la censura China. Tanto Blogger (de Google), como Facebook y Youtube estan bloqueados en China. Aunque ya ha pasado justo una semana cargada de impresiones, los dias pasan volando. Sería imposible redactar todo lo que hemos visto y experimentado, pero espero que lo que a continuación relate sirva tanto para animar a indecisos como para contrastar información para próximos viajeros.

(Os ruego me disculpeis las erratas, pues estos teclados llevan teclas distintas sin tildes ni "eñes".)

DIA 1: EL DIA DE VIAJE (Jueves, 29 - Viernes, 30)

El primer dia fue una pasada. En el autobús dormimos apenas unas cabezadas durante las 6 horas que tardó el trayecto a Madrid. Llegamos al aeropuerto, cogimos el vuelo a Budapest a eso de las 9 h (porque se retrasó media hora) que duró unas dos horas y media (dando otras cabezadas), y a continuación tomamos a eso de las 14:30 h. el vuelo a Pekín, en un avión preparado para largos trayectos, pero no para "largos individuos". Aunque había música, televisor y nos dieron de comer y cenar (¿o fue desayunar?), esto duró como 9 horas sentaditos, con el espacio demasiado justo. El vuelo llegaba a las 23:30 horas, pero... sorpresa!, allí ya eran las 5:30 a.m. ... así que a empezar el dia con fuerzas!!

PEKIN: UN TOQUE DESCOMUNAL

DIA 2 (Sabado, 31 de Julio)

La bienvenida a China fue brutal: Un calor de mil horrores como entre 35 y 40 grados a las 6 de la mañana, pero con una humedad increible y un nublado muy espeso(llegamos a pensar que todo era por la contaminación, que aunque la hay, se trata de los monzones de la costa, lo que hace que se concentren tantas nubes.

Tras coger los equipajes, noté como mi exquisito salchichón Casademont desapareció de mi equipaje. Cambiamos dinero y aproveché para poner en práctica mi modesta habilidad con el Chino para negociar los precios (esto será clave para todo el viaje). Cogimos un taxi al centro y ya pudimos ver la plaza de Tian'anmen, la foto de "Mao" colgada y los templos de alrededor... chulísimo!.

Nos pusimos a buscar el hotel sin mucha idea, y la gente se nos quedaba mirando por la calle, supongo que por una mezcla de ser occidentales y las barbas. Una vez instalados en el hostel, fuimos a dar un paseo por Tian'anmen y la Ciudad Prohibida. Pekín tiene un turismo interior impresionante. Las hordas de pueblerinos que llegan de todas las provincias a ver su capital, nos pedían sacarnos fotos con ellos: Nos faltó dar autógrafos....

También aprovechamos para dar una vuelta por un Hutong, que son barrios antiguos de calles estrechas y numerosas viviendas de gente pobre. Esto fué lo más auténtico que he visto en mucho tiempo. Paseando por sus calles, de vez en cuando al pasar por una puerta recibías una bocanada de aire pestilente. Gente sin parar de pasar en motillos y bicicletas, haciendo recados, venta ambulante o paseando. Se ve mucha miseria, pero la gente parece feliz y es super amable, y no existe sensación de peligro alguno.

Por la tarde contratamos una excursión para ir a la Gran Muralla y dormir allí en una de las torres. Aquello fue otra pasada, sobretodo en el viaje por la carretera: Los conductores son auténticos kamikazes. No existen normas de circulación; es un poco como que solo pasa el que sabe colarse. El ceda el paso no existe y el claxon es como un elemento más del embrague, siempre constante. Se adelanta por cualquier lado. Incluso en las autovías, acceder ya es una proeza, pero como hasta el arcen todo es carretera... Lo único no permitido es enfadarse o perder los nervios por ello.

La gran muralla, esa impresionante maravilla del mundo, en realidad no es más de lo que ya conocéis. Nosotros nos fuimos a un tramo lejano, "Simatai" (cerca de Badaling), donde no había nadie. Las únicas personas que habían eran tan solo nuestro grupo, de 4 franceses, dos suizos, una inlgesa y un mexicano, y aparte 7 u 8 turistas chinos más, ya que esta zona tenía una subida como de 500 u 600 metros de desnivel y por eso, las hordas de chinos van a otros tramos de la muralla, más cercanos, llanos y reformados.

Os podréis imaginar la puesta de sol y la infinita muralla que se pierde en el horizonte y resurge en otras crestas. Todo un regalo para nuestra retina, y otra ilusión de nuestra vida cumplida.

PEKIN (2a. parte)

DIA 3: Domingo, 1 de Agosto.

Apenas dormimos 5 horas y nos levantamos para poder contemplar el amanecer desde la Gran Muralla. Un espectáculo multicolor coloreaba el horizonte, en unos momentos embaucadores.

El dia anterior ya hicimos migas con los chicos que nos acompañaban. Cuatro franceses, dos suizos, una inglesa y un mexicano. Pasamos una noche muy divertida entre juegos de hoguera. Así que en la mañana unos cuantos nos fuimos a subir por la otra vertiente de la Muralla China, la que estaba prohibida por no estar habilitada. Llena de maleza cerrada, con arañas a lo grande y piedra suelta, sudamos bastante para hacer unos cuantos kilometros cuesta arriba, pero que tuvo su recompensa. Fue uno de esos momentos inolvidables de buen rollo y risas constantes.

Luego nos recogieron para volver a Pekín: 60 km = 3 horas (2 horas para entrar en Pekín). Este viaje también fue muy interesante. China es un disfraz, porque aquello es superpobre, pero luego construyen todo a lo grande y las calles estan llenas de BMW, Touaregs, Lexus...

Aún no habíamos conseguido dormir 7 horas seguidas en 3 dias, así que como estábamos en racha, por la tarde nos fuimos a ver la ciudad prohibida, que tiene un kilómetro a lo largo y a lo ancho...BURUTALLL.... Esto estuvo a punto de reventarnos, ya que nos pegamos otro buen pateo para buscar el metro y volver. Que por cierto el metro es lo mejor, cuesta dos yuanes (25 céntimos) y llega a cualquier lado.

Tras descansar una horilla en el hotel, nos fuimos a ver el mercado de comidas exóticas. Pero entre las discusiones con los taxistas y la desorientacion nocturna nos cerraron muy temprano y no pudimos verlo. Eso sí, aprendí mucho para negociar con taxistas, coger buses y metro.


Al menos conocimos a unos españoles que nos llevaron a cenar y pasamos un buen rato en un cuchitril auténtico. Aquí es posible viajar tan solo con el inglés, aunque si manejas un poco el Chino, eres el Rey del Mambo. Negociar y regatear con los taxistas es una proeza, te montan teatros para engañarte y son unos cucos gorrones. Me han estafado dos veces pero ninguna más. Ahora se las doy con queso y discuto con ellos en Chino..... no salgo de mi asombro!

A la noche, al fín nos esperaba un buen camazo.

PEKIN (3a. parte): GRANDES CONTRASTES

DIA 4: Lunes, 2 de Agosto:


Al fin pudimos dormir 7 horas seguidas que el cuerpo ya nos pedia. La primera tarea ha sido la de ir a sacar el billete de tren desde Datong a Ulan Bator (Mongolia), en la agencia oficial de viajes internacionales. Luego fuimos a sacar en la estacion de tren el billete de Pekin a Datong, pero solo quedaban billetes sin asientos numerados (nos dieron a entender que iriamos de pie y sin embargo cogimos el billete).




Por la tarde hemos estado en el Templo del cielo. Otra gran obra descomunal con un jardin extenso donde la gente se reune para hacer yoga o tocar musica folklorica. El recinto tiene 273 hectareas (un terreno de juego de un campo de futbol tiene 1 hectarea). El 95 % de los turistas son chinos y alli casi falta espacio.


Al salir del Templo, nos cogimos unos triciclos para volver al Hostel, y tras evitar otro (previsible) intento de estafa con los taxistas, nos fuimos a comer a un cuchitril, donde ya empezamos a cogerle el rollo a los palillos.

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Por la tarde hicimos varios asuntos y para empezar nos fuimos a la zona moderna de Pekin a comprar accesorios electronicos. Para nuestra sorpresa, esta zona es totalmente distinta del centro. Llena de grandes edificios con pantallas gigantes, anuncios a lo grande y gente de look fashion y ropa de marca... Esto parece Tokio!!... Se ve que al centro van solo los chinos provincianos a adorar a mao, y en la parte moderna concurren la gente de estilo fashion y occidentalizado como en cualquier metropoli.

Encontramos un rascacielos en el que en cada planta habia multitud de tiendas de informaticas a precios baratos, pero tampoco excesivamente. Desde luego el consumo informatico de China es increible.

Luego, nos fuimos para la zona del estadio Olimpico. El estadio del nido es una pasada, la arquitectura es digna de admirar, y el estadio acuatico del "Cube", que esta en frente, es una chulada, con las paredes recubiertas por escamas que en realidad son pantallas y cambian constantemente a distintos colores.

Ya reventados de las caminatas nos fuimos para intentar ver de nuevo el mercado nocturno de comidas exoticas, sin exito por que ya estaba cerrado, pero para nuestra sorpresa nos encontramos una catedral al estilo catolico-europeo en mitad de una calle entre bloques de pisos.

La vuelta al hotel, fue fatal porque los taxistas solo te llevan a precios excesivos. Esto nos molestó bastante aparte porque ya veniamos calentitos de un intento de estafa en un bar tapadera.

Solo nos queda preparar el viaje para mañana a nuestro siguiente destino: Datong y las Cuevas Budistas

DATONG: Un pequeño pueblo de provincia...

DIA 5: Martes, 3 de Agosto

En la mañana que salimos del hostel en direccion a la estacion de tren, con una hora de adelanto por si acaso, ya nos intentaron estafar desayunando en un cuchitril chino. Nos quisieron cobrar por las buenas el doble de lo que acordamos antes de sentarnos, menos mal que estabamos al loro y solo perdimos 1 yuan en la operacion ya que no nos quisieron dar el cambio.

Pasamos de taxis y nos fuimos en metro, como siempre dando el espectaculo de dos mochileros occidentales. Ya en la estacion, nos llevamos el susto. Por lo visto nuestro tren no salia desde esa estacion (estacion Oeste), sino desde la estacion del Norte, que estaba a unos cuantos kilometros.... caras blancas y rapidamente a coger un taxi, que para colmo ninguno queria usar taximetro y hay que negociar. Llegamos a la estacion a tiempo, tan solo por 10 minutos.

Este tren era sin asientos numerados, delante nuestra habia una cola de 500 chinos, y una vez mas eramos el show de la estacion. En el tren nos ubicamos como pudimos con una pareja de cuarentones y atendimos las instrucciones de los revisores.

La clase medio-baja china se aglutinaba alli, y el trayecto, de 8 horas, finalmente se convirtio en todo un evento cultural conversando lo que podiamos con los que nos rodeaban hasta llegar a ser el centro de atencion del vagon. Descubrimos a gente abierta, amable y muy humilde, con bastante curiosidad sobre nuestras costumbres y nuestro pais, y con bastante poca idea de todo lo que existe fuera de china. Fue una experiencia muy enriquecedora.

El tren atravesaba tramos de la Gran Muralla con vistas espectaculares, extensos campos de maiz, y llamativas centrales eléctricas de carbón, asi como multitud de vias ferroviarias secuncarias que se perdian en el horizonte para conectar otras industrias o poblaciones.

Al fin llegamos a Datong, un pequeño pueblo de provincia de tres millones de habitantes. El tipico pueblo en el que bajas con aspecto de marciano ante la mirada de toda la calle, donde casi nadie habla inglés y apenas hay indicaciones informativas.

Tras un primer contacto con taxistas desesperados, avispados comisionistas de hoteles y demas personajes para sacar partido a nuestra costa, nos tomamos un pequeño almuerzo en un antro autentico y nos fuimos a un ciber (dentro de un hotel) para buscar nuestras mejores opciones en la ciudad.

Finalmente nos fuimos a un albergue bastante aceptable, y desde alli, comenzamos a prepararnos el viaje del dia siguiente a las Cuevas Budistas de Yungang.

Por la noche nos fuimos a sacar dinero y cenar en un restaurante que nos dejo el mejor sabor de boca de china. Y no solo por las suculentas y variadas comidas, sino con el recibimiento, el trato y la confraternizacion que mantuvimos en todo momento. Las risas, los brindis, los saludos y la cordialidad que pudimos disfrutar esa noche sera inigualable, hasta el punto de querernos invitar a la cena. Aquel fue un momento glorioso en esa pequeña gran ciudad y que nunca olvidaremos.





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DATONG: Ultimas horas en China.

DIA 6: Miercoles, 4 de Agosto.

El dia anterior conocimos a una pareja Turco-Noruega, Ozgun y Agatha, que se unieron a nosotros para ir a visitar los Budas de Yungang. Este lugar se encuentra a unos 12 km de horrible carretera fuera de Datong y se tratan de unas cuevas excavadas en una pared rocosa y repletas de estatuas de Budas a modo de capillas o altares.

Hay un Buda de unos 10 metros todo pintado muy impresionante. Pero el plato fuerte es un Buda de 17 metros de altura que domina todo el complejo de unos 300 metros de ancho.


Aquello esta en pleno desarrollo turistico y aún estan construyendo un golpe de instalaciones turisticas como miradores, alojamientos, restaurantes, incluso templos que parecen antiguos, que para el año que viene estaran terminados.


Una vez de regreso en Datong, hicimos las despedidas y todos los preparativos para coger nuestro tren con destino a Mongolia.

Sobre las 14 h (hora Pekin) pudimos acceder al verdadero tren del Transiberiano. El mítico tren que seria protagonista durante gran parte del viaje, contenia compartimentos cómodos, servicios limpios y en cada vagón una caldera de agua hirviendo que son muy usadas por los viajeros para calentar noodles o hacerse té.


Nos asignaron un compartimento de 4 camas que compartiamos con "Ilari", un estudiante Finlandés que volvia a su país desde Shangai, parando tan solo en Moscú (unos 7 dias de viaje en tren).

Pronto hicimos migas en el compartimento y junto con el Texano "John", que dormia en el compartimento contiguo, el trayecto se hizo corto y ameno entre partidas de cartas y buen vino.

Cuando llegamos a la frontera, en Erliang, fue una lastima que nos "encerraran" en la estacion, en espera de que cambiasen las ruedas de los vagones de tren en un hangar cercano y que nos hubiese encantado fotografiar.


Una vez de nuevo en los vagones, pasamos como 5 horas parados entre ambas fronteras entregando formularios y pasaportes en cada control. Ademas los policias nos registraron por encima los compartimentos y comprobaron serios, lenta y detenidamente que nuestras caras eran las de la foto del pasaporte.... increible!!


Por fin a eso de las 2 de la mañana, pudimos acostarnos para descansar profundamente y dejar flotar nuestros sueños mientras atravesabamos el desierto del Gobi...


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MONGOLIA: Aquel pais desconocido...

DIA 7, Jueves 5 de Agosto.

Nos despertamos, con el tren en marcha, en plena estepa mongola. Extensos llanos de verdes pastos que se perdian en la lejanía, con sus suaves colinas perfilando el horizonte, y en los que de vez en cuanto se intuian "Gers", estas tiendas tipicas Mongolas de uso generico para la población de este país.

Son tan comunes que incluso los pueblos están constituidos prácticamente por parcelas cercadas con dos o tres "Gers" por familia.


La mañana prosiguió placentera, admirando desde el tren los exoticos paisajes en los que una vez partieron hordas de guerreros nómadas para arrasar Eurasia.


Llegamos a Ulan-Bator, la capital de Mongolia, y en la estacion nos despedimos de nuestros compañeros "John" e "Ilari". Ahora comenzaba otra etapa diferente del viaje.

Nos fuimos caminando al centro extrañados por encontrarnos en una moderna ciudad europea tan solo diferenciada por letreros o publicidad escritos en cirilico. Existen coches desde los más modestos hasta los más lujosos como los "Hammer", pero la mayoría de tipo 4x4. Y por supuesto las tiendas de ropa aparecen en escena de forma exacta a cualquier ciudad europea: Mismas marcas, mismas ropas y mismo diseño de tiendas.

Mongolia es un pais relativamente pobre. Tres veces mayor que España y con una poblacion de tres millones de habitantes (un millon en la capital). Mongolia tiene muchos recursos minerales en manos de unos pocos "beneficiados", por lo que no es extraño intuir que la corrupción es la culpable de que exista el contraste tan abismal entre la capital y un pais de economia pastoral.

El primer incidente que tuvimos fue que al llegar al "UB Guesthouse" (Un hostel muy modesto
pero con unos dueños muy amables muy recomendable) y dejar nuestras mochilas, fuimos a dar un paseo durante el cual me robaron la camara de video de forma tan sutil, que tan solo descartamos la posibilidad de olvido en algun lugar tras verificar que todo el mundo sufria a cada instante robo o intentos de robo de manos de los "Picker Pockets".

Este incidente nos marco el viaje, ya no por abortar la posibilidad de crear una pelicula documental con ideas ya concebidas, sino por el tiempo perdido entre comisarias y el bajón natural del ánimo.


Este dia lo dimos por perdido y lo terminamos durmiendo en el Hostel sin los planes siguientes no muy claros.

ULAN-BATOR: Capital de contraste.

DIA 8, Viernes 6 de Agosto.

El día comenzó con un paseo por el centro y la visita a la plaza principal donde se encuentra el monumento a "Genghis Khan" (obviamente no podia ser otro), y la visita al Museo de Historia Natural con una multitudinaria exposición de animales del país, fósiles y esqueletos de dinosaurios. Por lo general está bien, aunque particularmente faltó más restos de dinosaurios. El T-Rex que hay completo da tela de canguelo!!

Despues nos fuimos al complejo Budista donde se encuentran varios Templos y la Universidad dedicada para los monjes novicios. El lugar es un auténtico centro religioso y lleno de practicantes que hacen girar los cilindros sagrados mientras oran rodeando el altar. Otros atan sus "katas" en el altar como ofrenda y los monjes con sus hábitos eran un constante trasiego entre el monasterio y la ciudad.

En el templo principal habia un Buda de unos 12 metros, totalmente dorado y pintado, banstante impactante, aunque no tanto si tenemos en cuenta que es del año 1997, cuando se hizo de nuevo (el anterior fue destruido por los comunistas en los años 40). El complejo realmente merece la pena.


Por la tarde nos dedicamos a buscar precios para algun tour por Mongolia, sin saber exactamente hacer que. Finalmente decidimos, irnos por nuestra cuenta hacia el parque Terelj, con nuestra tienda de campaña, e improvisar un poco. La idea parecia fascinante y de hecho, lo fue.

MONGOLIA: Un dia en el parque.

DIA 9, Sabado 7 de Agosto.

El Sabado nos levantamos ya con la idea lanzada de irnos por nuestra cuenta y de cualquier modo al Terelj Park, que es una zona montañosa muy particular a unos 20 km de Ulan-Bator. Asi que nos cogimos el Bus de linea 27, que es el que te lleva fuera de la ciudad y te deja en medio de... ¿la nada?... Bueno mas bien en lo que es el extrarradio de Ulan Bator que no es mas que una zona poblada de Gers, separadas por recintos vallados como propiedades particulares. Esto es lo mas parecido a las chabolas en nuestra tierra, pero que en realidad son el tipo de vivienda habitual de la población Mongola que vive fuera de la capital.


A partir de aqui comienza una de las pocas carreteras asfaltadas del pais y en pésimo estado (nada que ver con el pavimento urbano) y que para colmo se paga peaje.

Pues desde aquí intentamos buscar algun medio de transporte público que nos llevara a aquella zona. Como no habia muchas opciones usamos la vieja técnica de escribir el destino en un trozo de carton y convertirnos en uno de esos apurados autoestopistas.


A los pocos minutos nos recogio un carraco 4x4 conducido por un Americano que trabajaba en la zona vendiendo maquinaria pesada. La suerte nuestra fué que nos llevó al mismo lugar donde queríamos ir, pues él se alojaba en un hotel del parque natural.

Comenzamos nuestro treking en una zona maravillosa. Colinas forradas de un verde suave de las que emergian rocas pulidas por el tiempo en tonos marrones, rodeados de pinos, abetos y caballos semisalvajes pastando en sus laderas. La verdad que el paisaje merecia el paseo y no pagar los 40 pavos que pedian por dormir en uno de esos Gers turisticos de los que salpicaban el paisaje alineados cual campos militares.



Hicimos nuestro Trekking ligero, primero sin mochila para coronar el punto más alto de la zona (toda una gozada), y despues caminando de regreso hacia la entrada del parque, donde habia un rio. El paseo nos llevo el resto de la tarde, durante la cual nos cogio alguna pequeña tormentilla lluviosa de la que supimos guarecernos a tiempo.

Finalmente acampamos en un gran llano, junto a unos Gers autenticos de unas familias que tenian alli su rebaño de Yaks. De esto si que nos llevamos una estampa inolvidable; y de la tormenta que nos dio la noche metidos en la tienda, también.



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MONGOLIA: Ultimas horas

DIA 10, Domingo 8 de Agosto.



El Domingo nos levantamos en un día y en un lugar perfecto, solo que comenzaba a hacer fresco. Tras levantar el campo nos fuimos dando un paseo tranquilo y algo más largo hasta llegar a la carretera. En el camino tuvimos que ayudar a unos Mongoles a empujar una camioneta atascada en el fango. Gracias a nosotros (jeje) la sacamos de allí en un santiamen, y como premio ( o castigo) nos dieron a probar leche de yegua (o eso creo)[corrijo la errata "caballo" por "yegua", malpensados!!]. Cuando Ismael vió que sacaba una garrafa gigante de gasolina no sabia que nos querían decir, pero cuando ví que sacaron un cuenco, vertieron un poco de leche y me la ofrecieron, no me lo pensé dos veces... era un sabor... agrio y nuevo... pero, no sé si fué la leche o la rasca del viento que se levantó, que tres minutos después (no más) la garganta se me hinchó de tal modo que no podía apenas tragar saliva y para colmo también me salió una llaga en el labio superior.

Suerte que Ismael sacó la varita mágica y me concedió unas pastillas de Bucometasona que me solucionaron el problema en lo que quedó del día. Y es que en realidad llevábamos unos dias que nos sentíamos algo débiles a causa de la precaria alimentación que nos prestábamos.

En la carretera repetimos la operacion de autostop y dicho y hecho nos cogió una familia de Mongoles: Padre, Madre e hija. A los 10 minutos, el coche se avería y tengo que prestarle al chófer mi navaja multiusos para que con dificultad pudiera abrir el capó del coche; arreglado el motor continuamos la marcha hasta un cruce donde nos bajamos.

Aquí quisimos ir por otra carretara en busca del "Genghis Khan" gigante. Una obra de metal de unos 40 metros que se terminó tan solo hace unos meses. Hasta allí nos llevó una chica Mongola que nos cobró un dinerillo por ello. La estatua tampoco tenía mucha chicha. Foto de rigor y a correr.

A la vuelta hacia Ulan Bator, nos cogieron unos Chinos que estaban alli de negocios y fue muy divertido, porque entre chapurreos amenos, nos obligaron a cantar canciones Españolas..., y esto... me lo guardo para mi... porque si os lo cuento...

Llegados a Ulan Bator, nos las arreglamos para comprar provisiones, consultar internet y comprar los billetes de tren para esa misma noche con destino Irkutsk, el cual no perdimos por muy poco. Por fín, algo de descanso en el tren.

DE MONGOLIA A RUSIA

DIA 11, Lunes 9 de Agosto.

Tras dormir toda la noche viajando en el tren, despertamos parados en una estación Mongola próxima a la frontera. Allí estuvimos parados varias horas mientras nos revisaban los pasaportes e inspeccionaban nuestros compartimentos. De nuevo el tren se pone en marcha 10 minutos hasta la frontera y repetimos operacion: rellenar formularios, presentar pasaportes y militares registran compartimentos. En total, nueve horas de tramitaciones inútiles.

Asi que ya por la tarde el tren se puso en marcha en serio, pero ya por tierras mongolas. Por fin aparecen por el tren gente con aspecto occidental, eso si, de ojos claros, bigotudos y rubios... es decir, los rusos de pura cepa. Pero la mezcla racial es de constante presencia en toda la zona.


Por la noche se nos incorporó a nuestro compartimento un ruso y su hija de 4 añitos: Alexander y Anastasya. La pequeña traviesa nos entretuvo el trayecto, y además pudimos compartir con un ruso auténtico una conversación que aunque entrecortada fue muy interesante.


El trayecto se completó entre crucigramas y lectura de "Crimen y Castigo" (que más parece un castigo). Las azafatas rusas, son verdaderos coroneles. Mujeres de hierro, que en el fondo, si se las sabe tratar, se puede hasta conseguir sacarles una leve sonrisa. Ellas se encargaban de "ladrarte" si se te ocurría pasear por los vagones a deshoras.


Paisajes montañosos y boscosos acompañados de muchas más aldeas y estaciones eran la señal evidente de que estabamos en los dominios de la antigua URSS.

La lástima fué que la noche nos privó de poder contemplar el lago Baikal durante el bordeo del tren junto a este. Pude observarlo en mitad de la noche entre tenues sombras y relieves, pero el espectáculo iluminado nos fue privado, aunque pronto podremos conocerlo de primera mano. Irkuts está cerca.




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BIENVENIDOS A RUSIA: IRKUTSK

DIA 12, Martes, 10 de Agosto.

Nos levantamos en el tren muy temprano para poder hacer el equipaje y bajar en Irkutsk. Pero resulta que teniamos un problema con la hora.

En Pekin son 6 horas más que en España, en Mongolia también, pero los trenes en Rusia se rigen por la hora de Moscú, que son dos horas más que en España. En Irkuts, la hora se supone que es la misma que en Pekín, es decir, +6 horas. Pero los rusos nos dicen que de Moscú a Irkutsk hay +5 horas, eso quiere decir que:

De Madrid a Moscu +2, de Moscu a Irkutsk +5, en total +7 horas!! ¡¿como puede ser que haya más horas que a China?! Pues el tema está que España y Moscu cambian la hora en verano añadiendo 1 hora, pero en China no, por eso ahora aqui en Irkutsk, a pesar de estar más cerca de Moscú, tenemos +7 horas, en lugar de las +6 horas que veniamos calculando.... una locuraaaa!!

Nada más bajar en Irkutsk, nos tomames un té, y compramos el billete con destino a Yekaterinburgo. No nos animamos a adentrarnos a la republica de Tuva por falta de tiempo, pero.... queda pendiente para otro viaje.

El resto de la mañana, la empleamos en buscar el hostel, "Galina Hostel". La señora Galina, parece al principio un poco dura, pero al final tiene su corazoncito. La pinta del Hostel desde fuera parece de casa de terror ruso, sin indicaciones o rótulo alguno, pero por dentro tienen unas instalaciones estupendas. Este sería nuestro primer alojamiento clandestino como los muchos que tanto abundan por Rusia.

Irkutsk no tiene mucho como ciudad. El tráfico es más civilizado que el Mongol (y del chino ni hablo...), pero están a años luz del tráfico europeo. Posee barrios con casas de madera de auténtica época Zarista con cerca de 100 años. Es curioso ver como algunas casas que se construyeron con alguna inclinación, han sido absorvidas por el nivel plano de las calles, quedando semihundidas en el asfalto.



La estación de autobus, es tercermundista de pleno derecho, y de mucho cuidado con los astutos buscavidas que se agolpan acechando a los turistas. Con dificultad para entendernos, aquí sacamos los billetes para la isla de Olkhon, de ida y vuelta.

Por ahora, la comida y los servicios son baratos, pero supongo que en Moscú se triplicarán los precios. Y poco más decir de Irkuts, la perla de siberia, no es más que una ciudad de 600.000 habitantes, alejada de la mano de Dios, con una mezcla racial dende se unen Asia y Occidente.

Es curioso, aqui no hay mendigos... al invierno no les gusta.

BAIKAL y la isla de Olkhon

DIAS 13 y 14, Miercoles y Jueves, 11 y 12 de Agosto.

Nos levantamos tarde por una movida con la colada de la ropa, y si no es por un taxi que encontramos a ultima hora hubiesemos perdido el bus.

Bien, la estación de autobuses de Irkutsk quizás puede ser un poco mejor que alguna de las de Marruecos, asi que no entraré en detalles; además aqui es costumbre que si llevas equipaje grande o extra, se ha de pagar un plus de unos 2 euros y pico.

Nos dirigimos hacia la isla de Olkhon, situada dentro del lago Baikal. Este lago, que es el más profundo del mundo, tiene como 600 y pico km de largo y 1.400 m de profundidad. Desde Irkutsk hay como 200 km, pero se tardan como unas 7 horas a causa del pésimo estado de las carreteras y de los vehículos (y además se hace un pequeño tramo de 1 km en un ferry, para llegar a la isla).

Tras la tortura del bus (que no sé si fueron peor los caminos o la música rusa de hilo musical), llegamos a una especie de pueblo como los del oeste, de casas de maderas y calles anchas de tierra, donde la ley brillaba por su ausencia. El aspecto de la isla tampoco tenía nada de particular, pero lo más sorprendente o interesante es ver los acantalidados y la playa de arena que posee, como si de una costa común se tratara; y bueno, poder contemplar una playa en Siberia... pero lo más impactante fue ver a las vacas bebiendo en la orilla de la playa!! El agua, como no podia ser menos, estaba bastante fria, lo que no fue impedimento para disfrutar del chapuzon de rigor.

Allí junto a la orilla montamos nuestra tienda y nos fuimos a explorar una isla, llena de iconos sagrados Shamanistas, pues esta isla ha sido siempre un punto fuerte de espiritualidad para los Shamanes.

El resto del dia lo pasamos descansando de la paliza y disfrutando de unas cervezas con nuestros amigos Barceloneses Isa y Pau. La verdad que fue una noche divina.

Al dia siguiente, cuando fuimos a coger el bus de vuelta nos llevamos la sorpresa de que esta vez se trataba de un micro bus (en el que suelen traer a los turistas de los viajes organizados). Este vehiculo que en España seria de unas 9 - 10 plazas nos metimos 15 personas (mas equipaje) asi que imaginad las posturas y cada hueco aprovechado al maximo. Ni que decir que cuando salimos a la carretera (3 horas mas tarde) el vehiculo no bajaba de 140 km/h (no obstante, las 5 horas y media de paliza no nos la quito nadie.


De nuevo en Irkutsk sanos y a salvo, deambulamos un tiempo ultimando tareas, como aprovisionarnos de comida y otras cosillas. La lluvia nos acechaba y nos fuimos a la estacion a esperar nuetro tren a eso de las 3 de la mañana. Y esta si que fue una experiencia de veras.